Dos Islas un Deporte

En Agosto del 2025 fui de vacaciones a República Dominicana 🇩🇴. Un país hermoso, lleno de cultura y un sabor tropical irresistible. 

Al no quedarme satisfecha con el video y las fotos candid (esas fotos que se toman sin pedir permiso, con toda disposición de decir disculpa si hace falta), me acerqué al pitcher con un poco de pena, porque no es mi estilo pedir fotos, y le pregunté si podía fotografiarlo lanzando la pelota.

Después de tomarle las fotos, él me pregunta dónde las puede ver y me pide mi Instagram. Eso me sacude. Siempre he mantenido mi fotografía privada, celosamente protegida, y compartirla con un desconocido me hizo dudar. Pero esa es la consecuencia de pedir permiso: es su imagen, y lo justo era compartirla. Fue entonces cuando decidí abrirle a Torita Vibes una vibra nueva, y le doy el Instagram de Torita. 

En su voz noté su pasión por el deporte, esa clase de pasión que no se finge ni se compra, y se reflejaba en la forma en que sus ojos se iluminaban cuando hablaba del béisbol. Pero entre palabras cargadas de energía, también percibí un sentimiento familiar…la nostalgia.

Cuando mencionó la palabra “desertor”, algo resonó en mí. Esa palabra, tristemente, está atada a la historia de nuestro país. Como tantos otros profesionales y no profesionales cubanos, Pavel tuvo que abandonar sus raíces, su familia y la tierra que guarda los recuerdos de su infancia y su juventud. Millones de cubanos hemos tenido que escapar de esa dictadura,  en travesías dolorosas, no solo por un futuro mejor, por libertad y derechos civiles, sino también por el derecho que tiene todo ser humano a vivir dignamente. 

Quisiera decir que ese dolor es lo que conecta a muchos cubanos, ¡pero no! 

Hay algo más fuerte: la capacidad de resiliencia, de sembrar vida en otros suelos y seguir dejando huellas.

Hoy, los veintitantos muchachos de aquel parque son el inicio de su nuevo legado. En cada entrenamiento, Pavel está sembrando disciplina, esperanza y orgullo en la próxima generación.

Eso es resiliencia. Eso es digno de admiración.

Y es por hombres y mujeres como Pavel que da orgullo decir: soy Cubana.

Este encuentro es el principio de un momento especial que guardo en mi corazón. Ojalá algún día pueda ver a muchos de esos niños convertidos en peloteros profesionales, recordando que todo empezó en un parque dominicano, bajo la guía de un entrenador cubano.

IG: Pavel_Pino_Lopez

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